lunes, 22 de febrero de 2010

Semana de Andalucía / Cádiz, entre dos mares

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Columnas de Hércules / Estrecho de Gibraltar ./. Mar Mediterráneo / Océano Atlántico ./. Europa ./. África


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Aquí está la ciudad de Gádir...
Aquí están las Columnas del constante Hércules...,

y más lejos la fortaleza de Geronte, que su nombre
antiguo tiene de Grecia,
ya que de ella sabemos que
Geryón recibió su nombre.
Aquí se extienden las costas del golfo Tartesio.

Este es el Océano que ruge alrededor de la vasta
extensión del Orbe;
éste es el máximo mar, este es el
abismo que ciñe las costas,
éste es el que riega el
mar interior, este es el padre de Nuestro Mar.

Ora Maritima / Avieno

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Puerta de Tierra / Torcuato Cayón / Siglo XVIII / Cádiz.

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Te miraba de lejos, sin comprenderme, oh Cádiz,
a orillas de tu mar, por la que el férreo Alcides,

el vástago errabundo, hijo feliz de Alcmena,

después de abrir las puertas azules del Océano,

pasó a robar los toros bravos de las marisas

en donde Geryón, pastor y rey,

de tres grandes cabezas ornado, gobernaba.


Te miraba, distante, desde un libro de texto,

a través de las palmas datileras, los nísperos,

las finas transparentes araucarias

del jardín colegial en donde un día

supe de las fenicias naves y las Columnas

que tú, naciente Gádir, consagrabas al héroe.


Te miraba, ignorando aún que tus pescadores,

los mismos pescadores pobres que yo veía

salir del Guadalete hacia los litorales

africanos, también eran los mismos

almadraberos tuyos, tus desnudas

gentes del mar que a Tarsis arribaban

por el oro, la plata y el misterioso estaño.


Yo te miraba, oh Cádiz, bahía de los mitos,

arsenal de mi infancia, murallas combatidas,

salvas de los cañones al recibir los barcos,

verdes relampagueos de tu faro en mis playas,

sin saber que Moloch, el ígneo dios carnívoro,

devorador de esclavos, ardió un tiempo en tus piedras.


Oh, sí, yo te miraba, cuántas veces volcado

u orante, de rodillas, sobre las resbaladas

blanduras de mis médanos, desnudo, abriendo hoyos

de los que al mar salía, pequeñito, ofreciéndome,

con los secretos nácares de las valvas hundidas,

las hojas de tus frescos verdores submarinos.


Canas de angüedad, tus estelares fábulas,

tus solares historias,

¡oh gaditano mar de los perdidos

Atlantes, vesperales jardines de la espuma,

islas desvanecidas del Ocaso!,

ya oscuro en tus orillas, me acunaban, cantándome.


Asi naciste, oh Cádiz

blanca Afrodita en medio de las olas

levantadas las nieblas del Océano,

pudiste en tus espejos contemplarte

como la más hermosa joven aparecida

entre la mar y el cielo de Occidente.


Traías en tus manos fenicias el olivo

y un collar para Tarsis,

para su poderosa garganta plateada.

En ella se abrasaron tus ojos, sobre ella

reclinaste la frente y fuiste rica,

la avara marinera que en el viento

a Nuestro Mar tendía, victoriosa, su nombre.

(...)

Cádiz / Oda Marítima... / Rafael Alberti

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Catedral de Santa Cruz de Cádiz / Barroco-Rococó-Neoclasicismo / Siglos XVIII-XIX.

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No eres tú, una vez más, la pandereta

clara y chillona de Andalucía,

con su cascada, en blondas, de alegría

sobre el carey de la peineta.


Tú, clara y fina, un poco genovesa

y un poco peruana,

toda vestida, sin engaño, de esa

blancura lisa y llana

de la cal de Morón; tú, blanca y pura,

tú eres la señorita

del Mar, novia del Aire;

la que no necesita

del colorín para que su donaire

encele mar y cielo;

con tu falda de vuelo

plata, verde y azul, y la sencilla

gracia de tu pañuelo

de seda y espumilla

sobre el talle flexible de palmera.


Cádiz universal, libre y humano

a fuerza de divino;

pacífico artesano

al estilo oriental, verboso y fino

en la gracia sencilla de sus tiendas;

Cádiz, todo florido de balcones,

de minaretes laicos sin santones

y de calles angostas sin leyendas.


Todo es en tí blancura

de gracia y doncellez, todo: la anchura

luminosa del cielo

y el desvelo

de amor en la angostura

de la calle; y el ansia y el anhelo

con que, llena de risa y algazara,

se abre, al viento galán, la gracia clara

del patio azul y el abra de herradura.


Todo, y el aniñado

paso de paje, tímido e incierto,

con que te llevan, llenos de ufanía,

San Fernando y el Puerto,

la cola blanquiazul por la bahía.


Todo: y esa alegría

de bailador gitano y de torero

con que yo, prisionero

de tus gracias divinas

ante el pisar menudo de tus finas

zapatillas de espumas y el donaire

de tu porte, y tu garbo, y señorío,

tiro la capa de este verso mío:

¡Señorita del Mar, Novia del Aire!

Piropo a Cádiz / José María Pemán

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Monumento a la Constitución de 1812 / Modesto López Otero-Aniceto Marinas / 1912 / Cádiz.

Baluartes de Cádiz / Alameda.

Buque Escuela Juan Sebastián Elcano / 1927.

Chirigota carnavalesca gaditana .

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Iglesia Mayor Prioral / Gótico-Renacimiento-Barroco / Siglos XV al XVII / Puerto de Santa María.

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Ayuntamiento de San Fernando / Neoclasicismo / Siglo XVIII .

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Real Bodega la Concha / Gustave Eiffel / 1869 / Jerez.

Circuito de Jerez / 1986.

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Carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda.

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Gigantes del siglo XXI.

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Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

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Baelo Claudia / Bolonia / Tarifa / Siglo II a.C..

Castillo de Santa Catalina / Tarifa / 1929.


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Suena: Cádiz / Suite Española / 1886

........... .......... Isaac Albéniz
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6 comentarios :

Sofonisba Anguissola dijo...

Muchísimas gracias por este recorrido poético-foto-artístico. Creo que me quedo, además de con los paisajes con la catedral de esa ciudad. En realidad todo el patrimonio artístico andaluz es una maravilla.

Un saludo

Sofonisba Anguissola dijo...

Con la catedral de Cadiz, quise decir jeje

Buenas noches

La Dame Masquée dijo...

Hoy ha sido Cadiz la afortunada en recibir su homenaje. Desde luego las imagenes hablan por si mismas y cuentan toda la historia: los monumentos, el paisaje, las actividades deportivas, los vestigios de una antigüedad gloriosa y la fiesta del carnaval, todo reflejado en esas maravillosas fotos.

Espero que haya tenido un estupendo comienzo de semana, monsieur.

Bisous

Jose dijo...

Gracias a ti por tus palabras, Sofonisba Aguissola... Realmente en Andalucía no nos podemos quejar en absoluto en relación al patrimonio artístico heredado...

Buenas noches.

Así es, madame, como recoge el refranero popular, a veces una imagen, o bueno, un puñado de ellas, vale más que mil palabras...

Lo mismo os digo. Espero que hayáis tenido un leve y fructífero arranque de semana...

Dulces sueños.

Mil besos, mil

Sergio dijo...

Demasiado Cádiz para mis gusto... pero en fin, tú ya me conoces.

xao

Jose dijo...

Jajajaja...

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