martes, 6 de octubre de 2009

- SEMANA DE LA HISPANIDAD / El Monasterio de Santa María de La Rábida


En un lugar privilegiado, sobre una suave loma..., una que destaca y preside la tan fantástica como maltratada Ría de Huelva, en mitad de ese gran arco marítimo que es el Golfo de Cádiz, que parece extender sus brazos y ofrecerlos en fraternal gesto a América..., se levanta el Monasterio de Santa María de La Rábida.

Éste fue uno de los escenarios, el más humilde, posiblemente, pero fundamental, en que se fraguó uno de los hechos más transcendentales en la Historia de la Humanidad, en puridad, el primer acto de globalización de la misma, que, con sus muchas luces, y también sus sombras, iba a revolucionar, no sólo la geografía planetaria, sino, lo que es más importante, los derroteros que aquella tomaría en todas sus facetas.

Aquí llegó don Cristóbal Colón hacia 1485... Aquí, éste..., tras largas discusiones con el padre Marchena -humanista, experto astrónomo y cosmógrafo-, encontraría los argumentos científicos básicos necesarios que le ayudarían a afianzar su proyecto de viajar a Asia navegando hacia poniente... U occidente..., término que retrata mejor que ningún otro el carácter épico de la gesta

colombina..., pues, no en vano, deriva del vocablo latino occidens, -entis , que alude a la caída, a la muerte...
En el Monasterio de Santa María de La Rábida, además, tuvo la ocasión de debatir con los experimentados pilotos palermos sobre los peligros de adentrarse en el Mar Tenebroso -uno de los nombres, quizá el más gráfico, con que se referían al Atlántico en aquel tiempo- y encontró a su principal valedor, a fray Juan Pérez, confesor de la Reina, de Doña Isabel I de Castilla, a quien, como es bien conocido por todos, haría llegar sus planes...

El edificio, construido en el transcurso del siglo XV, siguiendo las pautas del Gótico-mudéjar, conserva en lo fundamental todo lo que vio el Almirante...


La Iglesia, cuya bo- nita puerta os mues- tro en la fotografía superior, es de una sola nave y modestas proporciones... En ella podemos con- templar un magnífico artesonado, que ocul- ta la antigua bóveda y la artesa origi- nal..., además de parte de las origina- rias pinturas al fres- co... y una imagen de Nuestra Señora de los Milagros, Patrona de Palos, de unos 50 centímetros de altura y realizada en alabas- tro, bellísima mues- tra de gótico manie-

rista, que imprime a la figura una singular curvatura, de
modo que cambia de aspecto por poco que se varíe la perspectiva... El claustro, cuya estructura fue alterada en el siglo XVIII al elevar una nueva planta..., aunque más humilde y de menores proporciones, sigue los modelos del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en Cáceres, y del de San Isidoro del Campo, en Sevilla... Son de interés también el refectorio, la llamada Sala Capitular, o del padre Marchena, y, por supuesto, la Sala de Vázquez Díaz..., que acoge los frescos que narran la epopeya descubridora, obra del genial pintor onubense.


Afectada por la Desamortización de Mendizábal, La Rábida, incluidos el monasterio y las huertas..., estuvo a punto de desaparecer en 1855, cosa que impidió la intervención del gobernador provincial, quien hizo posible, gracias a su arrojo, que hoy podamos disfrutar de tan hermoso y singular espacio..., protagonista de la gesta cuyo 517 aniversario se conmemorará el próximo lunes... A ella, precisamente, le dedico esta semana, interrumpiendo el paseo que iniciamos hace poco más de un mes por el Arte y la Historia de España
-de las que, por otro lado, forma parte fundamental- a través de esta humilde ventana cibernética...

Feliz y fructífera jornada a todos, cualquiera que sea el hemisferio en el que os encontréis...




Fotos
1.- Puerta de la iglesia del Monasterio de Santa María de La Rábida
2.- Monumento a Colón / La Rábida
3.- Nave de la iglesia
4.- Capilla de Nuestra Señora de los Milagros
5.- Mural de las Naves / Daniel Vázquez Díaz
6.- La Niña / Muelle de las Carabelas

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Suena: Vídeo conmemorativo del V Centenario del Descubrimiento de América

4 comentarios :

Diana de Méridor dijo...

Ah, ya decia yo que era un salto considerable en la historia, pero ahora veo el motivo.
Menos mal que hubo un gobernador provincial que tuvo a bien salvarlo. Imaginese cuanta historia y cuanto arte se hubiera perdido. Hubiera sido terrible que se tratara de una de esas maravillas destinadas a desaparecer.

Feliz dia, monsieur

Bisous

Jose dijo...

Bonsoir, madame! Comment allez vous?

Pues sí, aunque parezca exagerado, aquel osado gobernador provincial se arriesgó bastante tratando de evitar lo que parecía el fin del histórico lugar, dadas las adversas circunstancias del momento. Por una vez un político y funcionario del Estado, ahí es nada, rompió moldes.

Señora, en un rato paso por vuestro delicioso espacio, que he visto que habéis actualizado. Hoy estoy teniendo un día un tanto complicado, así es que después de reponer fuerzas lo hago con sumo gusto.

Doña Diana: siempre a vuestros pies.

Mil besos, mil...

balehead dijo...

Colón siempre me ha parecido un personaje apasionante, más que por lo que se sabe de él, por lo que no se sabe. Como soy una cotilla impenitente desearía poder ver por el agujero de una cerradura a ese hombre estudiando las dimensiones del mundo en el monasterio del que nos hablas. Contemplar el momento preciso en que en su mente surge una idea... y por supuesto, escuchar escondida tras una puerta los detalles de la conversación con la Reina Católica. Que ella, como buena negociante que siempre fue, sus grandes motivos tendría para apostarlo todo por un prácticamente desconocido.
¡Menuda proeza aquélla! Pues aunque existan pruebas de que los vikingos ya habían estado por aquellos lugares, realmente fue en aquel año glorioso (aunque los cálculos de Colón no fuesen acertados) cuando descubrimos a aquellas gentes, y sobre todo... ellos nos descubrieron también a nosotros.

La semana se arrastra lenta y bochornosa...

Un beso enoooooormeeeeeeee

Jose dijo...

¡Mujer, no hay color...! La huella dejada en América por los vikingos, así como su transcendencia, en fin, en fin, todos sabemos en qué consiste... No, no cabe siquiera la comparación... Lo que ocurrió aquel 12 de octubre de 1492 sólo es equiparable a la llegada del hombre a la Luna..., si es que verdaderamente fue así, o mejor dicho, si es que no estábamos allí ya desde hacía mucho... En cualquier caso, para lo que nos ha servido... De momento claro..., jejeje...

A mí también me habría gustado seguir aquellas conversaciones..., y eso que el cotilleo y yo, como que nones... :)

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