lunes, 19 de octubre de 2009

- LA ANTIGÜEDAD / El mundo prerromano

Paso de los Alpes por Aníbal / Jacopo Ripanda / Siglo XVI / Fresco / Palacio Barberini / Roma



Aníbal camino de Roma
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El comienzo de la segunda guerra púnica confirma la importancia de la península Ibérica en el Mediterráneo occidental.

Aníbal tuvo en ella su base de aprovisionamiento, una gran cantera de mercenarios y la plataforma de la fabulosa y poderosa ofensiva que, a través del sur de Francia e Italia, condujo los ejércitos cartagineses a las puertas de la mismísima Roma.

Una vez que acabó la guerra (de los númidas) y se hizo regresar a Annón a Cartago para responder de ciertos cargos, Amílcar que se hallaba él solo al frente del ejército y tenía a su cuñado Asdrúbal como asociado suyo, se dirigió hacia Gades y, tras cruzar el estrecho hasta Iberia, se dedicó a devastar el territorio de los iberos , que no le habían causado daño alguno. (...) Finalmente, los reyes iberos y todos los otros hombres poderosos, que fueron coaligándose gradualmente, lo mataron de la siguiente forma: llevaron carros cargados de troncos a los que uncieron bueyes y los siguieron provistos de armas. Los africanos al verlos se echaron a reír, al no comprender la estratagema, pero cuando estaban muy próximos, los iberos prendieron fuego a los carros tirados aún por los bueyes y los arrearon contra el enemigo. El fuego, expandido por todas partes al diseminarse los bueyes, provocó el desconcierto de los africanos. Y al romperse la formación, los iberos, cargando a la carrera contra ellos, dieron muerte a Amílcar en persona y a un gran número de los que estaban defendiéndolo.

Sin embargo, los cartagineses, satisfechos con el botín obtenido ya en Iberia, enviaron allí otro ejército y designaron como general en jefe de todas las tropas a Asdrúbal., el cuñado de Amílcar, que estaba en Iberia. Éste llevaba consigo a Aníbal, famoso por sus hechos de armas no mucho después, hijo de Amílcar y hermano de su propia esposa, hombre joven y belicoso que gozaba del favor del ejército. A él lo designó como lugarteniente. Asdrúbal se ganó la mayor parte de Iberia por medio de la persuasión, pues era hombre persuasivo en su trato, y en los hechos que requerían de la fuerza se servía del muchacho. Avanzó desde el océano occidental hacia el interior, hasta el río Ebro, que divide a Iberia poco más o menos por su mitad y desemboca en el océano boreal a una distancia de unos cinco días de viaje de los Pirineos. (...)

Pirineos / Pirineus / Valle de Arán / Vall d'Aran / Val d'Aran

Los romanos enviaron embajadores a Cartago con la orden de que reclamaran a los cartagineses la entrega de Aníbal como responsable de la violación de los tratados, a no ser que todos asumieran la responsabilidad, y de que si no se lo entregaban, declarasen de inmediato y públicamente la guerra. Los embajadores así lo hicieron y les anunciaron la guerra al no entregarles a Aníbal. Se dice que ocurrió de la siguiente manera. El embajador con una sonrisa les dijo, mostrándole el pliegue de la toga: "Aquí os traigo, cartagineses, la paz y la guerra; tomad aquella que elijáis". Ellos replicaron: "Danos tú, mejor, la que tú quieras".Cuando él les ofreció la guerra, todos prorrumpieron en un grito unánime: "La aceptamos". Y al punto, le comunicaron a Aníbal que ya podía hacer incursiones por toda Iberia sin miedo, pues los pactos estaban rotos. Y él, en consecuencia, marchando contra todos los pueblos cercanos, los puso en sumisión, ya con persuasión, ya por temor o por la fuerza, y reunió un gran ejército sin revelar su finalidad, pero con la secreta intención de invadir Italia. Envió amisarios entre los galos e hizo examinar los pasos de los Alpes. Y los cruzó (dejando) a su hermano Asdrúbal en Iberia (...).

Alpes / Glaciar

(Los romanos, pensando que) tendrían que sostener la guerra en Iberia y África -pues ni siquiera habían imaginado que los africanos invadieran jamás Italia-, enviaron a Tiberio Sempronio Longo con ciento sesenta naves y dos legiones a África -lo que hicieron Longo y los demás generales romanos en África está descrito en el libro Púnico-, y a Publio Cornelio Escipión lo enviaron a Iberia al frente de sesenta naves con diez mil soldados de infantería y setecientos jinetes y, como legado suyo, enviaron con él a su hermano Gneo Cornelio Escipión. Publio al enterarse por mercaderes masaliotas d que Aníbal había cruzado los Alpes en dirección a Italia, temiendo que cayera sobre los italiotas inesperadamente, partió con las quinquerremes en dirección a Etruria después de entregar a su hermano Gneo el ejército en Iberia.

Apiano de Alejandría / Historia de Roma / Libro VI / Sobre Iberia


Cartago III








Santa María de Artíes

Artíes / Arties / Alto Arán / Alt Aran / Naut Aran
Valle de Arán
/ Vall d'Aran / Val d'Aran
Lérida / Lleida

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Suena: O Fortuna / Carmina Burana / Siglo XII / Carl Orff /1936 / Therion / Deggial / 2000

5 comentarios :

Diana de Méridor dijo...

Que dialogo, aquel en el que daba a elegir entre la paz y le guerra y le respondian que eligiera el!
Eran otros modos, que yo contemplo con una cierta mirada romantica inevitable.

Feliz comienzo de semana, monsieur

Bisous

balehead dijo...

No se les puede negar a los cartagineses el arrojo a la hora de lanzarse a la lucha en tierras tan diferentes a las suyas. Que digo yo que el paso de los Alpes les tuvo que hacer temblar de veras...
A mí, como a doña Diana, el ofrecimiento del embajador me ha llamado la atención. Tiene ella razón, eran otros modos... y el embajador un cachondo, dicho sea de paso.

Bueno, menos mal que sólo queda la mitad de este lunes, bufff...
Ayer ni acantilado ni ná de ná... ayy!!

Espero que el inicio de semana te haya sido llevadero. Un besazo reguapo!!
muacks!!!

Jose dijo...

Así es, señoras... Eran otros tiempos..., contemplados con mirada melancólica o práctica... Porque hoy sin ir más lejos, sin embargo, no se sabe muy bien si se está en guerra o en misión de paz al otro lado del planeta, ni, por supuesto, quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos... Ni que decir tiene que las declaraciones de guerra pasaron a la historia, nunca mejor traída a colación la expresión... En ese sentido, para bien o para mal, romanos y cartagineses tenían las cosas más claras que la humanidad del siglo XXI.

En fin, Vane, lo siento muchísimo... Pero ya sabes, lo mejor está por llegar... :))

Tened una muy feliz tarde, chicas. Yo retomo las obligaciones en 5 min. ¡Qué fatalidad! :P

Un millón de besos para las dos.

Anónimo dijo...

Lo que más me llama la atención es como llegaron hasta Roma con los elefantes... pasaron con ellos por los Pirineos como si de burros estuvieramos hablando!jajaja

un saludo!

Jose dijo...

Pues según veremos mañana, no sólo llegaron, sino que lo hicieron en plena forma. Eso sí, un tanto desquiciados. ¡Pobres!

Un cordial saludo.

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