martes, 9 de febrero de 2010

- LA ANTIGÜEDAD / Hispania

Mármol / Período Severo / Siglo III d.C..




Los malos tiempos: la crisis del siglo III
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Si bien las causas de la crisis imperial ya amenazaban a Hispania en tiempos del emperador estoico Marco Aurelio, los síntomas de la decadencia romana no se advierten hasta la muerte de Caracalla, a comienzos del siglo III. Es entonces cuando la autoridad se ve desobedecida por el ejército, la maquinaria burocrática queda descabezada, se quiebran las relaciones del centro con la periferia, y, sobre todo, el desplazamiento hacia el este del eje comercial aviva la descapitalización de todo el occidente, repercutiendo de forma negativa en la economía peninsular.

¿Qué podrá decir la voz humana digno de tus tierras, oh Hispania? Rica en caballos, fértil en cereales, preciosa en minas, y sobre todo fecunda en Píos Príncipes. De ti los siglos recibieron a Trajano; de ti a Adriano, fuente de donde por adopción fluyeron los Elios, Antonino y Marco Aurelio, de ti nacieron Teodosio, y los dos jóvenes hermanos Arcadio y Honorio. Cada Provincia conquistada por Roma entregó sus dones para el Imperio: Egipto y el África, trigo para los campamentos; la Galia, fuertes soldados; la Iliria, sus caballos; cosas todas que se hallan por todas partes. Sólo Iberia dio un nuevo tributo a la Lacio: Los Augustos. Ella engendra los que han de regir el mundo.

Claudio Claudiano

De este modo, con la llegada de los Severos al poder Hispania entró en una fase de cierta inestabilidad, que aumentó a lo largo del siglo III. Sin embargo, se trataba de una crisis política por encima de todo, indicativa de las transformaciones económicas y sociales que empezaban a configurar el mundo del Bajo Imperio.




La victoria de Septimio Severo
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Septimio Severo llegó al poder aun a pesar de los intereses de un importante sector de honestiores -notables- hispanos, partidarios de Clodio Albino. Legados de ambos candidatos se enfrentaron en Hispania. No se trataba de ningún enfrentamiento "nacionalista", pues también hubo nobles hispanos al lado de Septimio Severo, a quienes éste recompensaría por su fidelidad.

Ante la debilidad del aparato imperial, las diversas oligarquías locales y provinciales tomaban partido por el que consideraban el candidato más favorable. El nuevo emperador castigó duramente a quienes se habían opuesto a él, condenándoles a muerte y confiscando sus propiedades, incrementando así en Hispania las tierras sujetas al dominio directo del emperador.

Por otro lado, con Septimio Severo aumentó la influencia africana en Hispania, hecho que se refleja en los intercambios comerciales -como testimonian los envases cerámicos- y en las influencias artísticas -pinturas, mosaicos, etc.-

Mosaico de la Cacería .
Villa romana de La Olmeda / Siglo IV d.C..
Pedrosa de la Vega / Palencia .



Las reformas de los Severos
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Con el fin de mantener en funcionamiento la maquinaria imperial los Severos emprendieron un programa de reformas administrativas y fiscales para asegurarse la imprescindible recaudación de impuestos. En esta línea, Septimio Severo, tras su victoria, ordenó realizar un censo de bienes y personas en Hispania, a partir del cual se efectuaron confiscaciones. También decreta la responsabilidad de los magistrados municipales frente a los impuestos, que debían cubrir con sus bienes personales.

Sin embargo, la medida más trascendente fue la tomada por su sucesor, Caracalla, que en 212 d.C. promulgó la Consitutio Antoniniana, por la que se concedía la ciudadanía romana a la práctica totalidad de los hombres libres del Imperio. Esta medida, que en Hispania tuvo menor significación debido a la anterior política de concesión de dicho estatus llevada a cabo por los Flavios, más que conceder un privilegio buscaba incrementar el número de impositores fiscales.




La crisis política
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Tras los intentos de expansión de Alejandro Severo, fallida solución a los problemas internos, el Imperio entró en un período de anarquía militar, en el que diversos pretendientes al trono se enfrentaron por el poder. En este contexto cabe destacar el papel de Póstumo, un usurpador que dominó la zona de la Galia e Hispania durante algunos años, gozando de simpatías entre las oligarquías hispanas.

Entre 260 y 276 d.C. las fuentes hablan de incursiones bárbaras en Hispania, tras quebrar el limes -la frontera- germano. Ahora bien, parece ser que la trascendencia de estas invasiones de francos y alamanes no fue muy importante en este período. Por el contrario, los indicios de inestabilidad que se han constatado en la península Ibérica pueden responder más a la existencia de bandas armadas de gentes sin recursos -bagaudas-, cuyo número aumentó por aquel entonces.

Villa romana de La Olmeda / Siglo IV d.C..
Pedrosa de la Vega / Palencia .


Expoliados, oprimidos, asesinados por jueces malvados y crueles, después de haber perdido el derecho a la sociedad romana, han perdido el nombre romano. No se les puede echar en cara su infortunio. Les reprochamos un nombre que alude a su desgracia, un nombre del cual nosotros hemos sido los autores. Los llamamos rebeldes, perdidos, y les hemos impelido a ser criminales. Se han hecho bagaudas por nuestras injusticias, por la perversidad de los jueces, por las confiscaciones y las rapiñas de los que recaudan las contribuciones, en provecho de su propio bolsillo, y que hacen un provecho personal de la recaudación de tributos. Al igual que las bestias feroces, no gobiernan a los que se les ha confiado, sino que los devoran. No contentos de expoliar a sus semejantes, como hacen la mayoría de los ladrones, se alimentan, por así decirlo, se sus heridas y de su sangre. De este modo sucede que hombres estrangulados y muertos por jueces ladrones, comienzan a ser bárbaros, porque no se les permite ser romanos.

Salviano de Marsella

Bagauda es un término celta que significa "bandido", aunque en las fuentes romanas es también sinónimo de "rústico" o "agreste".

En la Galia, ya desde el siglo II, grupos de bagaudas protagonizaron revueltas sociales, que se ampliaron a otras zonas a lo largo del siglo III. Se ha documentado su presencia en torno a los Pirineos en época de Cómodo, y probablemente aparecieron en Hispania a lo largo el siglo III. Los indicios de conflictos sociales en la Hispania de dicha época son confusos, posiblemente porque la historiografía ha atribuido tradicionalmente la autoría de los disturbios, fundamentalmente, a las invasiones de francos y alamanes. En todo caso, se sabe que la expansión del colonato y de las grandes propiedades latifundistas provocó la crisis del pequeño campesinado y de los humiliores -los más pobres-, que podrían haber engrosado las filas de los bagaudas. A comienzos del siglo V las referencias a bagaudas en Hispania son ya explicitas: estos grupos armados desafiaron el poder de Valentiniano III en la Tarraconense y provocaron graves alteraciones del orden en toda la región.


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Villa romana de La Olmeda / Pedrosa de la Vega / Palencia

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Suena: Concierto de Brandemburgo nº 1 / Adagio..

........... .......... Johann Sebastian Bach / 1721

10 comentarios:

  1. Monsieur, desconocia por completo el asunto de los bagaudas, así que me ha venido su texto la mar de bien. Ademas mire, así ya sé cómo insultar con estilo. Llamar bagauda a alguien en vez de bandido, ladrón, corrupto o chorizo quedará divino, no cree?
    Preciosos los mosaicos sobre la cacería. Me ha gustado especialmente el primero.
    Y qué decir de la exquisita musica de hoy!

    Feliz tarde, don José

    Bisous

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  2. Jajaja... ¡Cómo sois, madame! ¡Qué ocurrencias tan divertidas tenéis...! La verdad, creo que jamás se me habría ocurrido a mí esa idea... En cualquier caso, madame, estoy seguro de que jamás os veréis en la tesitura de tener que llamar a nadie de semejante manera, o eso espero...

    Me alegra mucho, por otro lado que la música haya sido de vuestro agrado... No sé si os lo he comentado antes, pero Bach está a la cabeza de mi particular lista de compositores favoritos...

    Tened una muy feliz velada, madame...

    A vuestros pies...

    Mil besos, mil...

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  3. Hola, estaba leyendo sobre Cristina de Suecia en el blog de madame Minuet y he visto el enlace a este blog... Esta entrada sobre un pedazo de la historia de Roma me ha recordado cuando leía con avidez a Gibbon y estudiaba los sepulcros romanos en Arte de la Alta Edad Media...

    Estupendo blog, por cierto.

    Un saludo

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  4. Ah, muchas gracias, señora condesa de Vilches... Me alegra mucho que mi entrada le haya sido grata. En cualquier caso, siempre es una gozada, efectivamente, sumergirse en la historia y el arte de Roma, sea cual sea la vía que se elija para hacerlo...

    Muchas gracias, repito..., y bienvenida...

    Buenas noches.

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  5. Interesante entrad José. Al igual que la Madame, desconocía muchos aspecto de los bagaudas.
    La historia Romana me atrae mucho, y a veces no queda tiempo para leer adecuadamente, por eso paso por aqui. Amena interesante y buena musica.

    Saludos.

    Queda pendiente un entrada mi amigo....mas bien dos...

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  6. La verdad, cuando leo sobre el Imperio Romano, me agrada más su éspoca de explendor, jejej. Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que tu entrada no me haya agradado. La verdad es que es un placer leerte y más cuando tratas asuntos menos conocidos, como éste de la caída del glorioso Imperio.

    Pero, es verdad, que cuando un poder emerge, cuanto más alto llega y más es su poderío, más intensa es su caída. Y esta premisa se cumple al cien por cien en este caso. Caos, desmembración, conflicto. Y eso que no hemos llegado a lo peor.

    Por cierto, en Semana Santa tenemos pensado ir a Córdoba (sin menospreciar a la bella Sevilla, por supuesto) y contemplaremos el magnífico sarcófago que ilustra tu entrada.

    Un beso

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  7. Me alegra mucho que te haya resultado interesante la entrada, Manuel... Como he dicho en otras ocasiones, ése es el mejor premio que puedo recibir por parte de todos los que por aquí pasáis...

    En fin, dos o las que se tercien, Manuel... Mientras Blogger y las obligaciones lo permitan... :)

    Feliz velada.

    Un cordial saludo.

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  8. Ah, pues entonces pasarás una Semana Santa deliciosa..., ya que Córdoba -especialmente su casco histórico- es un sitio ideal en estos casos en que el Arte cobra vida por unos días y ocupa las calles... Es más, en muchos sentidos prefiero su Semana de Pasión a la de Sevilla... No olvidemos las aglomeraciones (in)humanas que aquí se dan en esos días..., que yo (sobre)llevo así, así... Si además el tiempo acompaña... En fin, en fin, que mi chovinismo no queda herido, queda tranquila, jejeje...

    Muchas gracias por tu apoyo, Carmen... Ya sabes que valoro mucho tu opinión, como la de todos los que por aquí pasáis, claro está, pero con matices en tu caso, eso sí, dado que aquí la experta en la materia eres tú...

    Que tengas una muy feliz velada...

    Un beso.

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  9. Excelentes los mosaicos, parecen pinturas. He estado trabajando -enje! hace ya como un año- en un jarrón cubierto con cristal fragmentado y que trabajito! Quizás por eso nunca lo termino...jajaja
    La prosa me tocará leerla en casa pues aún ando en la oficina.

    Buenas noches para ti, pues por aquí el cielo apenas comienza a pintarse de dorado con la puesta del sol.

    Saludos,

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  10. Jejeje, ya me imagino, ya, lo que debe ser enfrentarse a tan delicado jarrón... Debe ser, como decimos por aquí, trabajo de chinos... Yo no tengo tanta paciencia, ni mucho menos, así es que, como a éstos, te admiro... En cualquier caso, seguro, seguro, que el día que lo acabes te quedará perfecto..., jejeje...

    En fin, me alegra saber que te gustan los mosaicos que he rescatado hoy del olvido. Realmente son magníficos...

    Que tengas una muy feliz y leve jornada, Daphne.

    Un abrazo.

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