. ______________________________________________________________________Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos / Bartolomé Esteban Murillo / 1672
Barroco Español / Óleo sobre lienzo / 327 x 225 centímetros / Hospital de La Caridad / Sevilla
Barroco Español / Óleo sobre lienzo / 327 x 225 centímetros / Hospital de La Caridad / Sevilla
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Los cuadros sevillanos robados por los franceses
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En 1896, el gran erudito sevillano José Gestoso, al ordenar el Archivo del Real Alcázar de Sevilla, hizo un descubrimiento extraordinario. Encontró un documento titulado Inventario de las Pinturas del Palacio y Salones del Alcázar pertenecientes a S.M.C. el Señor D. José Napoleón (q.D.g.). Se trataba de un hallazgo sensacional, que probaba, a juicio del erudito, la voluntad del Gobierno intruso de llevarse para Francia la mayor parte, si no la totalidad, de los cuadros inventariados durante la ocupación napoleónica de la ciudad.
El Inventario fue hecho en pocos meses, entre la llegada de los franceses a Sevilla, el 31 de enero de 1810, y el 2 de junio, es decir, en cuatro meses escasos. En él los cuadros estaban agrupados por autores en salas enumeradas, con indicación del asunto, la composición y sus dimensiones. De la colección de cuadros almacenados en las distintas dependencias del Real Alcázar, se llenaron, según el Inventario, 39 salas numeradas del Palacio, aparte de otras sin numerar. El total de cuadros inventariados llegó al fabuloso número de 999 obras, figurando entre ellos 10 de Roelas, 74 de Valdés Leal, 22 de Herrera, 82 de Zurbarán, 40 de Alonso Cano, 43 de Murillo, 21 de Pacheco entre otros.
Consciente de la importancia del hallazgo, Gestoso le pasó el documento a su amigo don Manuel Gómez Ímaz, estudioso de la Guerra de la Independencia y por entonces presidente de la Academia Provincial de Bellas Artes de Sevilla.
Éste pensó que el documento se lo habían dejado olvidado los invasores al huir de Sevilla dos años después. De momento, consciente de su importancia, lo que hizo, después de copiarlo «de la cruz a la fecha», fue publicarlo inmediatamente con el título de Inventario de los Cuadros Sustraídos por el Gobierno intruso en Sevilla el año de 1810.
La sorpresa de ambos eruditos ante el hallazgo dice mucho sobre el olvido en que, con el paso de los años, había venido a quedar el asunto del expolio napoleónico en Sevilla. ¡Casi noventa años después de lo ocurrido, el saqueo del patrimonio artístico de Sevilla parecía haberse evaporado de la memoria histórica!
A pesar de la importancia del documento, su publicación, sin embargo, pasó sin pena ni gloria. Lo que no resulta difícil de entender, porque tan sólo dos años después de la publicación se produjo el desastre del 98. Por ello no se le dio el realce que merecía.
Sin embargo, la corta edición realizada, que no se puso ni siquiera a la venta, desapareció «en breves días», a pesar de que sólo se repartió «entre amables amigos aficionados a curiosidades históricas referentes a nuestras Bellas Artes». Sorprendentemente, sin embargo, buena parte de los pocos ejemplares impresos «se nos pidieron principalmente del extranjero».
Años después, en 1917, se hizo una nueva edición. Pero ésta tuvo igualmente la mala suerte de coincidir con la Primera Guerra Mundial. Lo que vino a ser otro obstáculo para su conocimiento. Además, condicionado por el momento, el autor, en su estudio introductorio, cometió el error de escribirlo sin reprimir su conocida galofobia, que llega a ser un tanto grotesca. Así que, desentendiéndose del asunto del Inventario, aprovechó la publicación para atacar conjuntamente en una larga perorata tanto a Francia como a Inglaterra.
No hacía mucho que Julián Juderías había publicado su famoso libro sobre la Leyenda Negra. Por lo que el erudito sevillano aprovechó el libro para replicar a su vez a la «leyenda negra creada por nuestros enemigos de fuera y esparcida por nuestros plagiarios detractores de todo lo español.»
Fue una lástima que en tan largo exordio, don Manuel Gómez Ímaz se olvidara del Inventario, cuando todavía a un siglo de distancia, era posible que algunos detalles de lo que ocurrió no se hubiesen borrado del todo de la memoria de los sevillanos.
Como consecuencia de todo ello, desde su publicación en 1917, pasaron años en que el Inventario apenas si fue conocido. En realidad hasta después de la Guerra Civil apenas si fue tenido en cuenta como un precedente de las destrucciones del patrimonio nacional. Pues fue a partir de la década de los sesenta cuando empezó a ser considerado como una obra de obligada referencia en las pocas veces que se cita.
Aunque desde entonces en ningún momento los historiadores del Arte han hecho un estudio en profundidad del documento, siempre se ha supuesto que las 999 obras inventariadas se depositaron en el Real Alcázar para ser expoliadas. No se pensó que podían ser las obras catalogadas para la apertura de un museo napoleónico en las dependencias del Real Alcázar.
Sin embargo recientes inventarios encontrados en el Archivo del Palacio y una publicación realizada por el Patronato del Real Alcázar demuestran que estos iban a ser los cuadros para dicho Museo. El hecho es de una trascendencia extraordinaria para la historia del patrimonio artístico de la ciudad. Otra cosa bien diferente fue el expolio realizado por el Mariscal Soult.
Manuel Moreno Alonso / Historiador / Tribuna abierta / ABC de Sevilla / 13.XI.2009 En 1896, el gran erudito sevillano José Gestoso, al ordenar el Archivo del Real Alcázar de Sevilla, hizo un descubrimiento extraordinario. Encontró un documento titulado Inventario de las Pinturas del Palacio y Salones del Alcázar pertenecientes a S.M.C. el Señor D. José Napoleón (q.D.g.). Se trataba de un hallazgo sensacional, que probaba, a juicio del erudito, la voluntad del Gobierno intruso de llevarse para Francia la mayor parte, si no la totalidad, de los cuadros inventariados durante la ocupación napoleónica de la ciudad.
Santa Catalina .......
Bartolomé Esteban Murillo / 1650
Barroco Español ........
Barroco Español ........
Óleo sobre lienzo / 82,5 x 62 centímetros
Centro Velázquez / Hospital de los Venerables / Sevilla ........
Consciente de la importancia del hallazgo, Gestoso le pasó el documento a su amigo don Manuel Gómez Ímaz, estudioso de la Guerra de la Independencia y por entonces presidente de la Academia Provincial de Bellas Artes de Sevilla.
Éste pensó que el documento se lo habían dejado olvidado los invasores al huir de Sevilla dos años después. De momento, consciente de su importancia, lo que hizo, después de copiarlo «de la cruz a la fecha», fue publicarlo inmediatamente con el título de Inventario de los Cuadros Sustraídos por el Gobierno intruso en Sevilla el año de 1810.
La sorpresa de ambos eruditos ante el hallazgo dice mucho sobre el olvido en que, con el paso de los años, había venido a quedar el asunto del expolio napoleónico en Sevilla. ¡Casi noventa años después de lo ocurrido, el saqueo del patrimonio artístico de Sevilla parecía haberse evaporado de la memoria histórica!
A pesar de la importancia del documento, su publicación, sin embargo, pasó sin pena ni gloria. Lo que no resulta difícil de entender, porque tan sólo dos años después de la publicación se produjo el desastre del 98. Por ello no se le dio el realce que merecía.
Sin embargo, la corta edición realizada, que no se puso ni siquiera a la venta, desapareció «en breves días», a pesar de que sólo se repartió «entre amables amigos aficionados a curiosidades históricas referentes a nuestras Bellas Artes». Sorprendentemente, sin embargo, buena parte de los pocos ejemplares impresos «se nos pidieron principalmente del extranjero».
Años después, en 1917, se hizo una nueva edición. Pero ésta tuvo igualmente la mala suerte de coincidir con la Primera Guerra Mundial. Lo que vino a ser otro obstáculo para su conocimiento. Además, condicionado por el momento, el autor, en su estudio introductorio, cometió el error de escribirlo sin reprimir su conocida galofobia, que llega a ser un tanto grotesca. Así que, desentendiéndose del asunto del Inventario, aprovechó la publicación para atacar conjuntamente en una larga perorata tanto a Francia como a Inglaterra.
No hacía mucho que Julián Juderías había publicado su famoso libro sobre la Leyenda Negra. Por lo que el erudito sevillano aprovechó el libro para replicar a su vez a la «leyenda negra creada por nuestros enemigos de fuera y esparcida por nuestros plagiarios detractores de todo lo español.»
Bartolomé Esteban Murillo / 1678 / Barroco Español
Óleo sobre lienzo / 274 x 190 centímetros
Museo Nacional del Prado / MadridFue una lástima que en tan largo exordio, don Manuel Gómez Ímaz se olvidara del Inventario, cuando todavía a un siglo de distancia, era posible que algunos detalles de lo que ocurrió no se hubiesen borrado del todo de la memoria de los sevillanos.
Como consecuencia de todo ello, desde su publicación en 1917, pasaron años en que el Inventario apenas si fue conocido. En realidad hasta después de la Guerra Civil apenas si fue tenido en cuenta como un precedente de las destrucciones del patrimonio nacional. Pues fue a partir de la década de los sesenta cuando empezó a ser considerado como una obra de obligada referencia en las pocas veces que se cita.
Aunque desde entonces en ningún momento los historiadores del Arte han hecho un estudio en profundidad del documento, siempre se ha supuesto que las 999 obras inventariadas se depositaron en el Real Alcázar para ser expoliadas. No se pensó que podían ser las obras catalogadas para la apertura de un museo napoleónico en las dependencias del Real Alcázar.
Sin embargo recientes inventarios encontrados en el Archivo del Palacio y una publicación realizada por el Patronato del Real Alcázar demuestran que estos iban a ser los cuadros para dicho Museo. El hecho es de una trascendencia extraordinaria para la historia del patrimonio artístico de la ciudad. Otra cosa bien diferente fue el expolio realizado por el Mariscal Soult.
Bartolomé Esteban Murillo / 1667- 1670
Barroco Español ........
Barroco Español ........
Óleo sobre lienzo / 237 x 261 centímetros ........
National Gallery / Londres
Bartolomé Esteban Murillo / 1667- 1670
Barroco Español ........
Barroco Español ........
Óleo sobre lienzo / 236 x 261 centímetros ........
National Gallery of Art / Washington
Bartolomé Esteban Murillo / 1678
Barroco Español ........
Barroco Español ........
Óleo sobre lienzo / 274 x 190 centímetros ........
National Gallery of CanadaMusée des beaux-arts du Canada
Ottawa
Bartolomé Esteban Murillo / 1665-1667
Barroco Español ........
Barroco Español ........
Óleo sobre lienzo / 238 x 260 centímetros ........
Museo del Hermitage / San PetersburgoNota: Todas las obras que se muestran en esta entrada formaron parte del botín acumulado por el mariscal Soult, jefe del segundo cuerpo del ejército de Napoleón, a su paso por Sevilla.
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Suena: Españoleta / Danza barroca / La Lyra Hispana
Buenas compañero:
ResponderEliminarMenudo era el tal Mariscal Soult. He estado leyendo en enlace que has puesto y explicaban que el gobierno español logró conseguir del Louvre La Inmaculada de los Venerables por medio del trueque de obras de arte...¿sabes o sabe alguno de tus lectores cuáles fueron estas obras?...
José, qué melodía danzada más chula has puesto hoy....."La españoleta"...no la conocía, pero ya he puesto dos veces el vídeo. Con lo relajante que es lo mismo me la pongo mañana cuando me saquen la muela del juicio, je.
Un saludo José...y a los demás contertulios.
Gracias por regalarnos hoy un trocito de la historia de Sevilla. Saludos.
¿Qué tal, José Luis, cómo llevamos la semana...? Así que tenemos cita con el dentista... Vaya, vaya... Por lo demás, espero que estupendamente...
ResponderEliminarEn fin, pues en este caso puedo ser yo mismo quien te resuelva la duda, pues casualmente me topé con el dato por el que preguntas cuando preparaba la entrada... Al parecer la Inmaculada de los Venerables se recuperó a cambio de una de las Marianas de Austria de Velázquez...
En fin, me alegra mucho que te haya gustado la música... Busca en YouTube la Lyra Hispana y tendrás minutos de música renacentista y barroca española como para sacarte no sólo la muela del juicio, sino también el resto, jejeje...
En fin, ánimo y suerte mañana con ello...
Gracias a ti, hombre...
Que tengas una excelente velada.
Un abrazo
Madre mia, menudo expolio!
ResponderEliminarNo eran nadie los franceses con las obras de arte. Buen gusto tenian. Claro que tambien a ellos les robaron despues a manos llenas los alemanes. Supongo que nadie se libra de esas cosas. Lo indignante es que se deje pasar asi como asi, sin darle importancia. Porque en ocasiones es comprensible, como cuando sobrevino el 98, pero otras veces no tiene perdón.
Buenas noches, monsieur
Bisous
Así es, madame... Para otras cuestiones seguramente no en tan buena medida, pero en lo que al Arte se refiere, en particular a la Pintura, el mariscal Soult demostró tener un gusto exquisito... En cualquier caso, doña Diana, yo no siento indignación por lo que ocurrió hace casi exactamente 200 años, sino pena.... Pena, sí..., pues de no haber ocurrido lo que ocurrió hoy me la pasaría todo el rato de un sitio a otro, de Los Venerables a La Caridad, y de ahí a Santa Catalina o Santa María de las Cuevas; de Murillo a Valdés Leal, de Roelas a Zurbarán... Sí perdimos mucho... Demasiado... Aquella invasión fue una catástrofe.
ResponderEliminarMadame, como siempre, un placer recibiros en casa. En unos minutos estoy en la vuestra. Aunque no son horas, id preparando el café que ya me encargo yo de las pastas...
Mil besos, mil.
José,
ResponderEliminarMuy lindo e interesante tu blog. Aprovecho los intereses comunes de arquitectos y te comenzaré a seguir; así conozco un poco de España, país al que nunca he visitado. Si te interesa la arquitectura de Cuba y otras cosas del arte que se mueven por Miami te invito a mi espacio.
Saludos,
Daphne
Ah, muchas gracias Daphne... Me alegra mucho que te haya gustado mi humilde espacio y que este te sirva para conocer España, aunque sea minimamente...
ResponderEliminarPor supuesto que me interesa todo lo relacionado con Cuba, lo que incluye, como no podia ser de otro modo, su arquitectura y su arte en general..., asi es que sin duda pasare enseguida..., en cuanto me tome un respiro...
Que tengas una muy feliz velada.
Un cordial saludo.